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Uno de nuestros equipos de grabación regresó ayer de Suiza. Estuvo allí (Ginebra, Laussane) recogiendo testimonios de asturianos residentes en el país helvético para la segunda parte del programa Después del Mar, que coproducimos con Queyehó y que comenzará a emitirse después del verano. Otro equipo está aún en Bogotá, grabando un programa de la serie Los Olvidados, dedicado en esta ocasión a la (difícil) situación de los derechos humanos en Colombia. Durante quince días, han recorrido buena parte del territorio colombiano, recogiendo el testimonio de indígenas y campesinos acosados por paramilitares y guerrilleros. La pasada semana, TPA emitió el anterior programa de Los Olvidados, dedicado a Honduras.

Entretanto, se ha grabado un nuevo programa de 24 x 30 en Porrúa, se edita un documental sobre partos naturales y el capítulo correspondiente a la semana próxima de Sección de Homicidios. Y el equipo de grabación que el pasado año ya realizó un seguimiento al cortejo de Paca y Tola está en alerta por si se produjesen novedades. Las osas son viejas conocidas nuestras. Aparecían ya (esbardos huérfanos por la actuación de un cazador furtivo) en uno de los primeros documentales que realizamos, hace ya cerca de veinte años, La huella del oso pardo. El año pasado volvimos a grabar en el cercado de Santo Adriano (y su cuidador, Roberto García, protagonizó un 24x30), aunque el oso cántabro no consiguió convencer a las osas asturianas. Veremos qué ocurre esta vez.

Fotografía: Fotograma de Paca y Tola en La huella del oso pardo (1989).